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Parece que hasta ahora este local no ha contado
con mucha suerte, porque antes de que se abriese esta nueva apuesta de los
hermanos Juan y Borja Infante, dueños del restaurante madrileño Negro de
Anglona, ocuparon este espacio dos de cierto renombre como Estik y Diablo Mundo.
Pero, en este caso, parece que la mala suerte va a pasar de largo, desde luego
los hermanos Infante han apostado por ello, y por eso han cuidado todos
los detalles al máximo, desde la decoración del local, obra de la mano
de Ignacio García de Vinuesa y Juan Sobrino, hasta los platos,
la iluminación, la música, la bodega y hasta el aroma.
Al frente de la cocina se encuentra
Alfonso Sánchez, un joven cocinero que antes trabajaba en los
fogones de Alberto Chicote, Nodo y Pan de Lujo, y que ahora presta al servicio
de Brookei una cocina mediterránea de
temporada que pone una especial atención a la calidad del producto. Una
cocina de autor arriesgada que sirve sobre la mesa platos como
risotto de shitake o sashimi de pulpo a la gallega, croquetas de choco con
alioli, ostras en fina tempura con ají amarillo o raya frita con tomatitos
especiados y alcaparras.
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