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El vagón de Beni
Viaje en tren a la alta cocina
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No nos equivocamos cuando decimos que,
probablemente, éste es uno de los restaurantes más románticos de la
Comunidad de Madrid. Sin duda, El Vagón de Beni
conquista los corazones de quienes acuden a él y, lo más importante, sus
paladares.
Fue hace más de 20 años cuando, su cocinero y
dueño, Benito Celestino se enamoró de un viejo tren de correos
que adquirió para convertirlo en un pequeño restaurante, ubicado en una
improvisada estación que no conduce a ningún sitio, en la localidad de
Hoyo de Manzanares. Lo que comenzó como un único vagón
adornado estilo años 30, años más tarde, se ha convertido en
una estación en la que duermen varios vagones que hacen las veces de
salones gastronómicos, además de una terraza ubicada en el
apeadero bajo un inmenso reloj.
El encanto de este restaurante reside en su viaje
al pasado, como si uno se hubiese transportado de pronto a la película de Ágatha
Christie, “Asesinato en el Orient Express”, pero no por tanto engalanaje se
olvida a lo que uno acude al Vagón de Beni, a la buena mesa y a las grandes
recetas gastronómicas salidas de un recetario de línea moderadamente
creativa. Así entre su carta, compuesta por 22 platos, que se renuevan
cada temporada, podemos encontrar vieiras con boletus y jugo de trufa; bacalao
confitado con emulsión de pimiento rojo y sal; el tournedó de ternera con foie;
cocochas de bacalao con crema de patata ahumada, o anchoas de Castro en
confitura de tomate.
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